Justificación
Una de las historias de la
mitología griega que hablan de la mujer, la belleza, la pasión, la sociedad, la
guerra, lo ideal y la codicia de los hombres y de los dioses es el mito de
Helena de Troya. Una mujer que gracias a su belleza puso en guerra al hombre
por más de diez años, muchos de ellos cayeron encantados por su belleza y a la
vez derrumbaron a otros manchándose de
sangre solo por la belleza de Helena.
La belleza de Helena era tan
grande como las diosas, rompía con el mundo de las ideas para los seres divinos
su existencia era una blasfemia y a pesar de ello siguió viviendo para encantar
al hombre. Helena no era la única mujer en el mundo, ella como las otras tenían brazos, piernas, rostro, cabello, ojos,
nariz, boca, senos, espalda. Pero… ¿qué la hacía a ella diferente, especial,
única e irrepetible con respecto las otras mujeres del mundo?
El hombre de la antigüedad pudo
haberse evitado muchos problemas lo único que debía hacer era sacrificar a
Helena, apagar su vida, y vivir con normalidad en equilibrio, sin embargo; nadie aseguraría que el día de mañana naciera
otra mujer la cual fuera más hermosa que
Helena, porque, ella no es una mujer que sencillamente nace hermosa por obra y
gracia de las deidades, ésta es construida como la belleza se construye, según un tiempo y un espacio.
La caída de Helena trata de
representar como se derrumba ella,
Para que el día de mañana se corone otra con atributos distintos a la
anterior. La belleza es transitoria, las
primeras comunidades buscaban una mujer fértil de grandes proporciones caderas
y senos representando la fertilidad de la madre naturaleza. En la edad de oro
de los griegos lo importante era el ideal y las obras buscaban retratar ese referente
estético; ejemplo de ello es la Venus de Milo escultura creada entre el siglo
IV y el siglo II a C. Que muestra a una
mujer hermosa semidesnuda, la cual, contrasta radicalmente con las vírgenes hechas por las primeras
comunidades cristianas y la edad media.
El resurgimiento de la mujer voluptuosa en el renacimiento y su
trasformación a la
delgada con curvas o flaca. La belleza responde a la ley de la materia
ella no se destruye solo se transforma y sin límites cambiara hasta que el
hombre deje de existir.
La caída de Helena es un espacio
de reflexión e intervención de la mujer y su representación en el arte.
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